El pensamiento de la complejidad implica un posicionamiento diferente del docente, un corrimiento desde el análisis de actos y procesos aislados, lineal y reduccionista, hacia la comprensión de que todo acontecimiento social es un nudo más en una compleja trama interrelacionada. Un posicionamiento que posibilite evaluar desde la deconstrucción de casos por medio del análisis con las categorías conceptuales y de la puesta en valor a partir de la contrastación entre lo que se pretende evaluar y un fondo predeterminado.