La escuela es una institución que enseña, pero ha de ser también una organización que aprende. Se suele hablar de lo que los alumnos deben aprender, de cómo deben aprenderlo y de cómo se va a evaluar si lo han aprendido. Pero no se piensa en lo que la escuela tiene que aprender y por qué, en cómo va a poder aprenderlo, en qué obstáculos existen para que ese aprendizaje sea real y se realice de una manera efectiva y, si fuera posible, entusiasta.