El juego predeportivo representa un valor importante en el terreno de la formación motriz del futuro deportista. Así como éste es un aspecto que no conviene descuidar, tampoco es cuestión de utilizarlo sin moderación. La ausencia de normas precisas permiten al docente/entrenador variar a su gusto los numerosos parámetros, a fin de responder a las necesidades y objetivos pedagógicos fijados.